De música y dibujos animados

Veamos ahora uno de los dibujos animados más antiguos de la historia y hasta el momento, el más antiguo que ha pasado por este blog. El Gato Felix, un sobreviviente del cine mudo y cuya historia es rica para observar la evolución del cine y la televisión.

El Gato Félix y la música alrededor de él dan para varios párrafos, así que en este texto me voy a limitar a hablar de la cortina de inicio de la serie televisiva y que de seguro a muchos ya se les llegó a la memoria y al oído. Así que hagamos algo de historia sobre el origen de este felino.

Su primera aparición fue en septiembre 1919, en el corto de la Paramount Pictures "Feline Follies", donde su nombre era Master Tom, el que fue cambiado por Félix en diciembre de ese mismo año, al estrenarse la tercera película de nuestro personaje. Un éxito explosivo de este gato que arrasó en el cine de la época (cine mudo) estrenando 3 cintas en apenas 4 meses; éxito grandioso pero efímero pues esta gloria duró hasta 1927, cuando se marca un hito en la historia audiovisual con la primera cinta sonora del cine "El Cantante de Jazz". De ahí la decadencia, con algunos intentos fallidos hasta que en 1930 aparece su última cinta de este primer período.

Si bien la oferta del cine ya no era el espacio del éxito para Félix, su historia continuó en silencio, pues Otto Messmer, su creador (aunque hay una disputa con el australiano Pat Sullivan, quien también se declaró autor del gato y es quien aparece en los créditos de la primera cinta Feline Follies) continuó la producción de tiras cómicas para diario, con las aventuras de nuestro felino. Éstas fueron desde 1923 a 1943 cuando finalizó el tiraje.

Pero como todo gato tiene 7 vidas, fue en 1958 cuando comienza a transmitirse la serie por televisión, dándole unas nuevas seguidillas de éxitos a nuestro Félix. Fue cuando Official Films compra los derechos de Sullivan y Messmer (en 1953) y el gato pasó a tener una larga vida en televisión. En este proceso, volvió a cambiar de dueños y su figura de gato es más estilizada, dirigida a los niños y una serie de cambios más que serán para otro post.

Fue en este regreso cuando surge la canción mas popular y por la que recordamos hoy al Gato Félix. Se trata de un tema escrito por Winston Sharples, reconocido músico de la industria del cine y la televisión del siglo pasado, donde se destacó por su trabajo para Paramunt Pictures. La canción fue acompañada por la voz de Ann Bennett, cantante y actriz norteamericana (anecdota aparte en una entrevista indica haber recibido solo US$75 por su voz para esta canción, pero bien fue mal negocio para el bolsillo, no así para trascender en su voz, acá dejo una entrevista que le hicieron en 2009, en el marco de los 50 años de Felix en la televisión CLICK)

Durante 35 años realizó composiciones para más de 700 tiras animadas, donde con frecuencia podemos oír melodías de jazz en sus trabajos y en especial la interpretación de las tradicionales "the big bands swing". Mas adelante, dentro de su obra también se puede encontrar la incorporación del rock and roll, en especial con su trabajo con el cineasta Ralph Bakshi.

El legado de Winston Sharples, está en la infinidad de obras musicales que dejó para la industria, las que han sido ocupadas y recicladas para nuevas tiras animadas. Pues bien, los dejo con otro de sus legados, esta melodía simple, canción sencilla, pero que hasta hoy nos acompaña con El Gato Félix.

Para mí es uno de mejores cortos, quizás no esté en la memoria de muchos, pues no se trata de un personaje animados de varios capítulos, sino que es una obra de un solo acto y es parte de las clásicas historias de Looney Tunes.

Se trata de la clásica fábula de los tres cerditos y el lobo contada al ritmo musical, no solo me entretuvo, sino que es una buena invitación para conocer y disfrutar del buen jazz, sobre todo cuando se es pequeño. Y es que esta historia producida por la Warner Bros, se distancia de otros filmes en relación a este cuento, como la primera versión hecha por Walt Disney con una música melosa, quizás para el niño de los años 30 y que si bien fue bien premiada en su época, hoy no me convence verla, aunque respeto por su valor. No así nuestros chanchitos bluseros, que me detengo para verlo nuevamente, el ritmo de sus instrumentos, la tensión con el lobo frustrado por su poco talento musical y las líneas de sus dibujos en especial cuando se inicia el baile, que son transversales a distintas edades.

Shroty Rogers por Bob Willoughby

Fue creada en 1957 y dirigida Friz Freleng, de quien hablé en el post anterior por ser creador de La Pantera Rosa. Haz de la pluma y que para esta versión de los cerditos invitó al trompetista Shorty Rogers a ser el creador musical. Éste fue un director orquesta y compositor de jazz (por lo que trascendería mas que por la trompeta), siendo uno de los mayores exponentes del West Coast jazz, corriente musical de músicos de los 50 que mayormente tocaban en la costa oeste de Estados Unidos y que interpretaban el cool, genero musical del jazz que sigue al beboop y cuya estrella es Miles David, quien pasó del beboop a crear las primeras melodías del cool.

Volviendo a Shorty Rogers, quien comienza su trabajo musical en los 40, recorrió su carrera con grandes del jazz como Stan Getz y Shelly Manne y forma parte de los trompetistas de Woody Herman. Es también un arreglista de varios músicos tras convertirse en director musical de RCA Victor. En relación al cine interpretó la banda sonora de cintas como "El Hombre del brazo de oro" protagonizada por Frank Sinatra y en tv para la serie Starky y Hutch, mientras que en dibujos animados está como crédito de la música de Mr Magoo y por supuesto de Los tres cerditos, titulada Three Little Bops.

Sobre la voz cantante que narra la historia es Stan Feberg, escritor, cantante y locutor de animaciones. Youtube nos bajó el video en español, pero en est link se accede al video con la versión en nuestro idioma.

El jazz de la costa oeste y de la corriente del cool en los dibujos animados a continuación en el video. La invitación es ahora para salir a las pistas.


Three Little Bops!!! from Márcio Leal on Vimeo.

Acá la interpretación en vivo de este gran musical.

¿Qué fue primero la película o los dibujos animados? He ahí la pregunta sobre La Pantera Rosa.

Soy de los que cuando niños conocieron primero su versión animada, decepcionándose al ver después que la película era una comedia de detectives y no de monitos animados. En fin, traumas de infancia que ya fueron superados gracias a la misma cinta vista ahora con ojos más grandes. Pero volviendo a la pregunta, la respuesta exacta sería "primero fue la película", aunque la animación nació junto con el films, dentro de los créditos. En rigor ambas salen a la luz el mismo día, pero la animación es solo una parte de la producción.

El director de la cinta Blake Edwards, tenía la idea de que un personaje de color rosa acompañara la entrada y final de la película, por lo que recurrió a las sagaces manos de Friz Freleng. El famoso caricaturista, quien ya había dado vida a Piolín y Silvestre, Speedy González y varios otros dibujos de la Warner Bros y recibió la instrucción de crear un personaje que, además de su color, debía ser mudo y muy gracioso.

Llega el año 63 y se estrena "La Pantera Rosa" historia de un ladrón que busca robar un gran diamante. Tras el éxito de la cinta, no fue Edwards, ni el inspector Jacques Clouseau, los que se lanzaron con mayor fuerza al estrellato, sino que fue aquel personaje inicial que entremedio de las letras saltó a la fama. La portada de la revista Time se rindió al felino, lo que obligó a sus productores a darles a la pantera un programa especial.

Fue así, como en diciembre de ese mismo año se estrenó un corto de 6 minutos llamado The Pink Phink. Un nuevo éxito de taquilla y un Oscar al mejor corto animado del año. Desde ahí, ese capítulo se transformó en el piloto para lo que sería mas tarde la serie animada de 94 capítulos en los 70 y que hasta el día de hoy nos acompaña (dejo fuera la nueva versión de la serie de 1993 donde la pantera habla, perdiendo toda su magia de ambigüedad que siempre la caracterizó).

Ahora vamos con una segunda pregunta ¿cuándo se crea la melodía? Bien, la respuesta es la misma, fue creada para la cinta de Edwards en 1963. El encargado de crear este tema fue Henry Mancini, un acierto creativo que alcanzó la nominación al Óscar con la banda sonora. Así la cinta “La Pantera Rosa”, nos regaló el descubrimiento y eterno humor Peter Seller, los dibujos animados y una obra musical magnífica.

Pues bien, entremos a conocer a Mancini. En un par de palabras es un prolífero músico y jazzista, un señor de las melodías para el cine componiendo para más de 60 películas.

Oriundo de Ohio e hijo de inmigrantes italianos, nació en 1924, sin embargo fue en Pennsylvania donde con una flauta comenzó con la música a los 8 años (a los 12 ya tocaba el piano). Muy disciplinado no solo fue un gran intérprete y creador de melodías, sino que fue un estudioso permanente de ésta, se graduó en la Aliquippa High School, más adelante continuó de manera privada con músicos como con Ernst Krenek, Mario Castelnuovo-Tedesco y Alfred Sendry. Sin embargo, fue su paso en su juventud por la orquesta del Stanley Theatre de Pittsburgh y la enseñanza del director de ésta Max Adkins, la que lo marcaron de por vida.

En su biografía, "Did They Mention the Music", Mancini lo destaca como un mentor y un líder nato, “para mí, Max era un protector de la vida”, escribe. Más adelante agrega "el interés personal que Max tuvo en mí, hizo la diferencia entre convertirme en un obrero de la fábrica de acero y la comprensión que había algo para trabajar por ahí y que podía lograr…. Él me abrió las puertas como profesional”. Max Adkins, fue también instructor de grandes jazzistas como Billy Strayhorn y Fielding Jerry,  transformándose en uno de los mentores de las corrientes musicales de la costa este de Estados Unidos.

Fue en 1952 cuandoMancini inició su trabajo para el cine y la televisión. Su nombre comenzó a sonar con cintas de bajo presupuesto en los estudios de Universal, fue ahí donde creó, junto a otros músicos, una gran cantidad de bandas sonoras que se utilizaron reiteradamente en varias cintas de la compañía (compartió las grabaciones con músicos como Hans J. Salter y Herman Stein, ambos recordados por sus bandas sonoras para filmes de terror y su esposa incluida su esposa Ginny O'Connor).

“La Pantera Rosa”, no fue su primer gran éxito, pues Mancini ya era un nombre en la industria, con su trabajo para cintas como “Música y lágrimas” (1954), “Sed de Mal” (1958) y “Desayuno con diamantes” (1961) y “Días de vino y rosas” (1962), estos dos últimos trabajos le valieron el Oscar (en 1982 vuelve a ganarlo con “Víctor Victoria” y fue nominado en 18 ocasiones).

Su encuentro con Edwards fue con la banda sonora de la cinta Música y lágrimas, repitiéndose en 27 oportunidades más (por 30 años), incluyendo trabajos televisivos como la serie Peter Gunn en 1959, la que fue un hito dentro de su carrera. Para su creación en la Pantera Rosa, permanece fiel al estilo que fue cultivando de jazz con orquestas pequeñas, que en este caso un saxofón tenor es el instrumento principal para su interpretación.

Si la cinta fue un éxito, y si la animación fue un éxito, también lo fue la canción. Al año siguiente del estreno de la película, la RCA Records la lanzó como single y alcanzó el top 10 en las listas Billboard, ganando tres premios Grammy (logró un total de 72 nominaciones y ganándolo en 20 oportunidades en su carrera). Este tema fue utilizado en todas las animaciones de nuestra pantera, así como en los créditos de inicio de los siguientes estrenos a esta comedia policial, salvo en “A Shot in the Dark, and Inspector Clouseau”.

La melodía de la Pantera Rosa, trascendió a la cinta y a la animación, es parte de la cultura musical, filmográfica y televisiva. De los Guns and Roses, hasta una versión de un mambo en Colombia y otra de rock en Japón este tema se ha transformado y tomado vida propia.

En tanto, Mancini nos dejó en 1994, víctima del cáncer. Un crack de la música, la maestría de la pantera llevada al oído y la sagacidad de este genio del jazz que lo transformaron en una leyenda del cine.

Acá una versión en vivo dirigida por el propio Macini.



Una versión de un músico callejero en los metros de Nueva York. Duke Curry es el interprete.

Me considero un fanático de Los Simpson y no hay distractor que me desvíe la atención cuando comienzo a verlos. Devoción a Homero y su familia, que comenzó cuando los veía a inicio de los 90, en televisión abierta los días viernes pasadas las 11 de la noche. Horario nocturno para estos dibujos animados, que en esa época al parecer no eran apropiados para los niños.

Así que me detengo en esta suerte de censura chilena, que los encasilló por años en un programa casi de trasnoche, para escribir algo de la historia de Los Simpson. Pues bien, esta serie fue creada por Matt Groening, un talentoso caricaturista y empresario del comic estadounidense, quien durante la década del 80 publicó su historieta “La vida en el infierno”, trabajo que mostraba el vivir en la ciudad de Los Ángeles, con personajes zoomórficos, algunos homosexuales y con sátiras al trabajo y al amor. Fue esta historieta, la que llamó la atención de la industria televisiva, para pedirle a Groening que llevara estas aventuras a la pantalla chica; éste no aceptó la idea, pero les ofertó crear a la familia Simpson.

Observando la génesis de estos dibujos animados, podemos entender el porqué en esos años no eran bien vistos en este rincón del continente. En fin, contexto histórico, religioso y político de mi país cuando se iniciaba la democracia.

Siguiendo con la historia, fue en 1987 cuando Los Simpson aparecen por primera vez y lo hicieron en el programa norteamericano de la Fox, The Tracey Ullman Show, como unos cortos que antecedían a las tandas comerciales. Tres años más tarde, en 1990  y con modificaciones de lo que eran estas primeras tiras, llega a la pantalla la serie con un espacio exclusivo en la televisión (el año 89 hubo un especial de navidad con esta familia, que se toma como el debut oficial, sin embrago por problemas técnicos la serie sale un año después). 

Tras el estreno, Homero, Bart y Marge se transformaron en los reyes Lear de la industria, con un éxito descomunal, que los mantienen en su temporada 23 y con más de 500 episodios emitidos, son sin duda un aporte a la cultura de estas últimas décadas. Un golpe de raiting de la Fox y una serie de premios como la estrella en el Paseo de la Fama y 24 premios Emmy, entre el que incluye el "Mejor música del tema principal", por la banda de obertura escrita por Danny Elfman. En sí y quizás hoy con menos fuerza que sus primeros años, siguen siendo una de las mejores series televisivas, ícono de esta generación.

Y es en Elfman en quien me detengo para este post, pues al hablar de la música de Los Simpson podemos entrar en un árbol de varias ramas musicales, tanto como intervenciones, interpretaciones y artistas que han pasado por Springfield, haciendo de este texto un ladrillo interminable. Por eso solo reparo en la cortina de inicio y su autor como eje de este post.

The Simpson theme o la sinfonía de Los Simpson, una de las melodías mas populares de la televisión fue compuesta en 1989 a pedido de Matt Groening a Elfman. Según el mismo músico, se trata de una de las creaciones más importantes que ha realizado.

Los orígenes musicales de Elfman son tan diversos como su prolífera producción. Incluyen participación en el teatro y coros en Francia, y viaje por varios países africanos desde donde se nutrió de los estilos propios de la zona. De regreso a EEUU en 1972 crea la agrupación de New Wave The Mystic Knights of the Oingo Boingo, con la que realizó la primera musicalización a una película (Forbidden Zone en 1980) y banda con la que continuó hasta 1995.

Hablar de Elfman es hablar de Los Simpson, pero es también, hablar de Tim Burton. Y en efecto, casi la totalidad de las cintas del director del nuevo cine gótico, son acompañadas por las bandas sonoras de este creador; quien en 1985 musicalizó la cinta Pee-wee's Big Adventure, primer largometraje de Burton, dando así inicio a una suerte de matrimonio artístico, donde no solo ha colaborado con la música, sino que también con su voz para las cintas animadas.

Cuando Groening invitó a Elfman a musicalizar la obertura de Los Simpson, éste compuso la sinfonía en solo dos días. En su trabajo mezcló elementos del heavi metal y con una fuerte influencia retro, tal como lo pidiera el mismo Groening. El resultado de ello fue esta pieza que tomó vida propia, para ser mas tarde interpretada por diversos artistas como Tito Puente,  NRBQ o Sonic Youth y sufrir varios arreglos tanto en el inicio, como el cierre según se dieran las nuevas temporadas.

Una de las características de esta pieza, es que cuenta con una orquesta, situación no habitual para los dibujos animados. Ello fue propuesto por Groening, quien pidió además que la música fuera "algo  desesperada y frenética, al igual que las puntuaciones de los grandes espectáculos de la década de 1960", indica el sitio The Simpsons Archive. Para ello, Elfamn se inspiró en melodías como la de Los Picapiedras y Los Supersónicos, pero marcando la diferencia de compositores como Carl Stalling, puesto que no conciben a Los Simpson como una historieta mas.

"Matt Groening, me dijo" No somos una caricatura. Somos un drama donde los personajes se dibujan. Yo quiero que lo marques como un drama”. Así que anoté las emociones de los personajes frente a los golpes de acción específicos en la pantalla", explicó Elfman frente a su trabajo de composición de esta sinfonía.

Ya es hora que Lisa saque el saxofón y nos acompañe a cualquier hora del día, pues hoy ya no hay restricción, ni censura para oír la sinfonía de Los Simpson.




La versión de Green Day para la película



Una versión de la Filarmonica '900 del Teatro Regio di Torino, Italia

Hablar de Charlie Brown me es sinónimo de nostalgia. Las aventuras de este pequeño de 6 años, sus amigos y el perro Snoopy, me evocan a la infancia y a varias mañanas de sábado viendo televisión.

Si digo Peanuts, muchos sabrán que se trata del nombre de la tira donde participaba Charlie Brown; digo muchos y no todos, pues en Chile el título de esta historieta no fue difundido así, más bien lo conocimos con el nombre de su protagonista o del perro Smoopy (en otros países se conoció como Rabanitos o Carlitos). Ésta nació de la mano de Charles Monroe Schulz, transformándose en el comic más influyente del siglo XX de Estados Unidos y llegando a publicarse en más de 2.600 diarios en el mundo.

Del éxito del papel (un total de 17.897 tiras que se hicieron hasta el año 2000 cuando falleció Schulz víctima del cáncer), saltó a la televisión y el cine. Fue incluso inspiración para varios músicos quienes le cantan a Chalie Brown; estuvo publicado en más de 75 países del mundo; Schulz se ganó una estrella en el paseo de la fama y fue levantado un museo de nombre Snoopy; en fin, este casi depresivo muchachito es toda una celebridad en el mundo de los comics.

La primera tira fue publicada en 1950, aunque tuvo algunos intentos años antes, pero se recuerda esta fecha como el nacimiento de la pandilla cuando fue editada en 9 periódicos. En principio nuestro personaje era un chico travieso y juguetón, sin embargo su personalidad se fue adaptando con el pasar de los años, hasta definirla como un pequeño tímido y con poca gracia dentro de su pandilla. Se suma Snoopy, un perro seguro (el más listo de los personajes) a los que le sigue Woodstock, aquel pájaro amarillo como parte también de la pandilla.

El salto del papel a la televisión llegó gracias a una publicidad para la Ford en 1959 y que duró hasta 1961, gracias a Youtube hoy podemos ver estas reliquias. Para ello se recurrió a la habilidad de Bill Meléndez quien dio vida animada a los personajes, uniéndose a Schulz para iniciar un prolífero el trabajo en televisión.

Fue así, como el año 65, sale al aíre el especial de media hora "A Charlie Brown Christmas", el que fue transmitido por la cadena CBS. De ahí en adelante una larga historia de televisión, auspiciadores, cine, premios y músicos que acompañaron cada especial o capítulo de Brown; pero me detendré acá, en este año para llegar a un músico fundamental en la historia de los Peanust, Vince Guaraldi (los otros años y otras historias la dejo para otro post).

Vince Guaraldi, pianista y jazzista, compuso las bandas sonoras para 17 especiales de Charlie Brown (de los 45 que se hicieron). Éste fue invitado por el productor de televisión Lee Mendelson para que musicalizara el especial de navidad 1965, transformándose desde esa fecha en el más influyente músico en la historia de los Peanust.

Guaraldi nació en 1928 en San Francisco, iniciándose como pianista en conciertos de escuelas, bodas y otras. Su primera grabación fue en 1953 con el Trío Cal Tjader y la pieza "Vibratharpe", formando en el 55 su propia banda con la que tocó en distintos bares y logró grabaciones. Así siguió durante esta década participando de sesiones de estudio con artistas como Frank Rosolino y Cal Tjader.

El año 63 gana el Grammy a la mejor composición de jazz instrumental por su trabajo "Cast Your Fate to the Wind" (la recomiendo sin duda, ahí la pueden oír). Tras el reconocimiento, no solo de la academia, sino que de los aficionados a esta música, siguió produciendo nuevos trabajos en los años siguientes, tanto en discos propios, como arreglos para la televisión e incluso adaptó a jazz música coral religiosa.

Su encuentro con el mundo de Charlie Brown, llegó en 1964 cuando escribió la música para un documental sobre la tira que producía Mendelson, la que sin embargo no logró venderse, ni publicarse. Esfuerzo que no fue en vano, pues en 1965 (año en el que nos detuvimos) compuso para el especial "A Charlie Brown Christmas", donde salió el clásico tema "Linus and Lucy", además de otros como "Barón Rojo" y "Vals de la Gran Calabaza", todas grabas con su banda Vicent Guaraldi Trio.

"Linus and Lucy", estoy seguro que si la oímos la reconoceremos de inmediato, pues fue la pieza utilizada en la mayoría de los programas especiales de Charlie Brown, como la cortina de introducción. Ésta se hizo tan popular, que no solo la tenemos en nuestra oreja, sino que incluso fue utilizada para cortina de programas del tiempo, publicidad bancaria y hasta fue tocada para la tripulación del transbordador espacial Endeavour en el año 2008.

Guaraldi lanzó 3 discos sobre Peanuts "Oh, Good Grief!", "A Boy Named Charlie Brown", "A Charlie Brown Christmas", además de hacer la melodías para los capítulos de la serie. Su trabajo que quedó inconcluso, pues a los 47 años murió víctima de un infarto en 1976. Al tiempo después se emite un 16 de marzo "El Día del Árbol, Charlie Brown", con la banda sonora de Guaraldi que terminó de grabar la misma tarde del día de su muerte.

Guaraldi, no solo acompañó con su creación a los siguientes capítulos de Charlie Brown, sino que influenció a los siguientes compositores que ocuparon su lugar. Un irremplazable para la industria y un referente cultural para la creación musical venidera, vamos con su creación que nos convoca y su trabajo para la banda de Snoopy.











Acá otra versión del guitarrista Gary Hoey

Como bien dije en el post anterior, mi primer escrito será en homenaje a Hey Arnold (Oye Arnold). El joven muchacho de 9 años que vive con sus abuelos en un viejo edificio transformado en una pensión. Historias de barrio, de vecinos cercanos y personajes muy humanos, donde se cruza la visión de este pequeño personaje con los problemas de adultos que sufren los inquilinos de sus abuelos y demás vecinos. Es  una serie de culto, por lo menos para mí lo es e imagino que para muchos, quienes aún estamos a la espera de alguna temporada nueva y cuyos capítulos que hoy vemos solo se remiten a los años 90 e inicio de 2000, pues su producción ya finalizó.

El origen de los dibujos animados de Arnold se lo debemos a Craig Bartlett, quien hizo a nuestro chico cabeza de balón con plastilina en los 80, para  llevarlo al cine a través de un cortometraje titulado "Arnold Escapes From Church" (Arnold escapa de la iglesia), en 1986, con el cual ganó el Oscar en dicha categoría. Una cinta realizada con la técnica del claymation, tan onírica como los otros dos cortos de principio de los 90 (The Arnold Waltz y Arnold Rides a Chair) donde la imaginación del muchacho de Hillwood City, es la protagonista. En 1991 Hey Arnold comienza con sus primeras historias con mas contenido e interacción, pero en papel, dentro de una revista de Los Simpsons que acompañaba a la serie.

En 1996 Hay Arnold llega a la televisión a través de Nickelodeon, presentándose un total de 100 capítulos que disfrutamos durante los  90, pero que no continuaron, dado un desacuerdo entre Bartlett y la cadena de televisión infantil. Hoy solo debemos conservar el recuerdo y seguir con los capítulos repetidos.

Pero vamos a lo que nos convoca, la música de Arnold. Son esas notas de jazz y acid jazz que oímos con cada capítulo más de esta serie y que nacieron de la creación de Jim Lang, quien nos maravilla con las melodías que acompañan las aventuras de este barrio tan disfuncional como real.

La historia musical de Lang comienza con el conservatorio de su ciudad, Kansas City, donde estuvo un tiempo, para estudiar mas tarde teatro dedicándose varios años a actuar profesionalmente. De las tablas saltó a la composición y dirección musical de obras teatrales.

Su carrera musical incluye en sus inicios la participación en 1972 en la banda de Todd Rundgren y la creación de la música para Body Bags, cinta de John Carpenter en 1983. Su historia cuenta además con más 20 trabajos para el cine y otros 5 para televisión donde se incluyen otras tiras animadas norteamericanas. Para Hey Arnold, Lang fue el creador de la música de la serie televisiva de obertura, cierre y las melodías incidentales de nuestro muchacho y de la mayoría de los personajes, quienes también fueron acompañados de sus propias notas musicales.

Como la música de Lang trascendió en la generación de los que aun fuimos niños y adolescentes en los 90, es que hay bastantes datos en la red, de quienes son los fieles seguidores de Arnold. Fue entre la información de los “arnoldadictos”, que encontré una entrevista a Lang en el blog Moniqueblog, donde explica que la creación de la melodía de obertura corresponde a una suerte  reciclaje de trabajos anteriores para la publicidad, pero que nunca fueron terminados, por lo que cuando debió componer para Arnold recurrió a estos antiguos trabajos y obtuvo el resultado que conocemos hoy. Lang describe así la situación: "sabía que tenía que llegar a una alternativa pegadiza, así que la melodía sólo apareció de nuevo en mi cabeza. Reciclaje".

Sobre la música de los personajes, la enamorada enemiga de Arnold, Helga, tiene una pieza especial. De ellael compositor explicó que "he intentado entrar en la cabeza de Helga, cuando ella tenía esos momentos de éxtasis privados donde se permite dejar fluir su gran amor por Arnold... el violín era la voz perfecta y la música casi se escribió sola".

Para Lang, la creación de estas melodías ha significado un contacto directo con sus seguidores, quienes se contactan con él a través de su sitio web. "Es maravilloso saber que la gente piensa en el mundo del espectáculo como un lugar acogedor y familiar... Eso es lo que espero que para cuando escribo, pero no es frecuente conseguir el tipo de información directa de las personas, como ocurre con los de Hey Arnold".

Una maravilla para Lang  (como lo describe) y para nosotros también, quienes seguimos su música. Así que a prender los oídos que llegó el jazz y el del bueno.



















Una versión en vivo de la opertura

Inicio este blog declarándome un no experto, ni siquiera, un aficionado a la música y los dibujos animados. Más bien, me mueve el conocer, compartir y conversar sobre aquellas melodías que acompañan a varios de los dibujos animados que vemos por televisión.

Quizás no me oriente hacia las canciones de los "monitos" que muchas veces oímos, sino más bien comenzaré con las sutiles melodías de varios dibujos de los que soy seguidor. Pues bien, mi inspirador para comenzar a escribir sobre esto es "Hey Arnold", de quien sin duda será mi primer post. Una caricatura completa, con una historia y personajes geniales acompañados de esa suave melodía en cada uno de sus capítulos.