De música y dibujos animados

Como bien dije en el post anterior, mi primer escrito será en homenaje a Hey Arnold (Oye Arnold). El joven muchacho de 9 años que vive con sus abuelos en un viejo edificio transformado en una pensión. Historias de barrio, de vecinos cercanos y personajes muy humanos, donde se cruza la visión de este pequeño personaje con los problemas de adultos que sufren los inquilinos de sus abuelos y demás vecinos. Es  una serie de culto, por lo menos para mí lo es e imagino que para muchos, quienes aún estamos a la espera de alguna temporada nueva y cuyos capítulos que hoy vemos solo se remiten a los años 90 e inicio de 2000, pues su producción ya finalizó.

El origen de los dibujos animados de Arnold se lo debemos a Craig Bartlett, quien hizo a nuestro chico cabeza de balón con plastilina en los 80, para  llevarlo al cine a través de un cortometraje titulado "Arnold Escapes From Church" (Arnold escapa de la iglesia), en 1986, con el cual ganó el Oscar en dicha categoría. Una cinta realizada con la técnica del claymation, tan onírica como los otros dos cortos de principio de los 90 (The Arnold Waltz y Arnold Rides a Chair) donde la imaginación del muchacho de Hillwood City, es la protagonista. En 1991 Hey Arnold comienza con sus primeras historias con mas contenido e interacción, pero en papel, dentro de una revista de Los Simpsons que acompañaba a la serie.

En 1996 Hay Arnold llega a la televisión a través de Nickelodeon, presentándose un total de 100 capítulos que disfrutamos durante los  90, pero que no continuaron, dado un desacuerdo entre Bartlett y la cadena de televisión infantil. Hoy solo debemos conservar el recuerdo y seguir con los capítulos repetidos.

Pero vamos a lo que nos convoca, la música de Arnold. Son esas notas de jazz y acid jazz que oímos con cada capítulo más de esta serie y que nacieron de la creación de Jim Lang, quien nos maravilla con las melodías que acompañan las aventuras de este barrio tan disfuncional como real.

La historia musical de Lang comienza con el conservatorio de su ciudad, Kansas City, donde estuvo un tiempo, para estudiar mas tarde teatro dedicándose varios años a actuar profesionalmente. De las tablas saltó a la composición y dirección musical de obras teatrales.

Su carrera musical incluye en sus inicios la participación en 1972 en la banda de Todd Rundgren y la creación de la música para Body Bags, cinta de John Carpenter en 1983. Su historia cuenta además con más 20 trabajos para el cine y otros 5 para televisión donde se incluyen otras tiras animadas norteamericanas. Para Hey Arnold, Lang fue el creador de la música de la serie televisiva de obertura, cierre y las melodías incidentales de nuestro muchacho y de la mayoría de los personajes, quienes también fueron acompañados de sus propias notas musicales.

Como la música de Lang trascendió en la generación de los que aun fuimos niños y adolescentes en los 90, es que hay bastantes datos en la red, de quienes son los fieles seguidores de Arnold. Fue entre la información de los “arnoldadictos”, que encontré una entrevista a Lang en el blog Moniqueblog, donde explica que la creación de la melodía de obertura corresponde a una suerte  reciclaje de trabajos anteriores para la publicidad, pero que nunca fueron terminados, por lo que cuando debió componer para Arnold recurrió a estos antiguos trabajos y obtuvo el resultado que conocemos hoy. Lang describe así la situación: "sabía que tenía que llegar a una alternativa pegadiza, así que la melodía sólo apareció de nuevo en mi cabeza. Reciclaje".

Sobre la música de los personajes, la enamorada enemiga de Arnold, Helga, tiene una pieza especial. De ellael compositor explicó que "he intentado entrar en la cabeza de Helga, cuando ella tenía esos momentos de éxtasis privados donde se permite dejar fluir su gran amor por Arnold... el violín era la voz perfecta y la música casi se escribió sola".

Para Lang, la creación de estas melodías ha significado un contacto directo con sus seguidores, quienes se contactan con él a través de su sitio web. "Es maravilloso saber que la gente piensa en el mundo del espectáculo como un lugar acogedor y familiar... Eso es lo que espero que para cuando escribo, pero no es frecuente conseguir el tipo de información directa de las personas, como ocurre con los de Hey Arnold".

Una maravilla para Lang  (como lo describe) y para nosotros también, quienes seguimos su música. Así que a prender los oídos que llegó el jazz y el del bueno.



















Una versión en vivo de la opertura